Respuesta sexual I: La erección

Respuesta sexual I: La erección

Hola amigos y amigas!

Es un verdadero placer inaugurar hoy el blog del Centro de Psicoterapia y Sexología de Castellón (CPSCS). Queremos estrenarnos hablado sobre la Respuesta Sexual. Hoy, para empezar, nos detenemos en la excitación masculina, en concreto en la respuesta de erección.

Conviene saber:

  1. Alcohol. Existe una relación directa entre el consumo de alcohol y las dificultades en lograr la erección. El alcohol, aunque “en cantidades moderadas puede disminuir las inhibiciones y aumentar el interés y la excitación sexual…en grandes cantidades tendrá un efecto depresor del sistema nervioso central”, lo que provocará dificultades en la erección[1].

El problema viene cuando un hombre que, después de haber tomado unas copas, tiene problemas con su excitación. Si no conoce el efecto del alcohol en la respuesta sexual, puede llegar a pensar que el fallo está en él y no en la sustancia que ha tomado[2].

Shakespeare resumía sabiamente los efectos del alcohol cuando afirmaba que “provoca el deseo pero frustra la ejecución”.

  1. Gatillazo. Un gatillazo ocasional NO es un trastorno de la erección.

La gran mayoría de hombres (hay estudios que hablan de un 65% y creo que se quedan cortos), en algún momento de su vida experimentan un fallo puntual y transitorio en la respuesta de erección, es el llamado gatillazo. Algunas causas posibles podrían ser el cansancio, el estrés, la adaptación a una nueva pareja o simplemente porque ese día “tocaba”. Está dentro de la normalidad.

  1. Andropausia. Aunque son más conocidos los cambios que se producen con la edad en las mujeres, alrededor de los 55 años, los hombres también van a notar cambios en su respuesta sexual. La erección tardará más tiempo en alcanzarse, se necesitará de una mayor estimulación para ello y el grado de consistencia de esa erección será menor. Estos cambios son normales y no debemos alarmarnos por ello, sino adaptarnos a las nuevas circunstancias.
  2. Afectos y Respuesta Sexual. Debemos separar las erecciones de los sentimientos de amor y afecto. Es decir, una falta de erección no presupone necesariamente una falta de amor o de atracción. Aquí conviene recordar que la Respuesta Sexual no se puede controlar a voluntad. En cambio si hay otras conductas sexuales que son voluntarias: caricias manuales u orales, abrazos, besos…
  3. Cómo se convierte en un problema. En ausencia de causas orgánicas, la misma autoexigencia (que se impone el hombre) para conseguir una erección, así como la autoobservación de la propia respuesta sexual van a ser factores que jueguen en contra del curso natural de la excitación. En cambio, tener claro que un hombre no se juega su valía como amante ni como persona en una simple erección y disponer se alternativas no coitales para dar y recibir placer, en caso de una dificultad ocasional, se convertirán en los mejores antídotos. Por supuesto, si el problema se mantiene y no damos con la solución, es preferible consultar con un buen profesional que nos pueda orientar.

Espero que este nuevo espacio virtual que hoy iniciamos sea de vuestro interés. Si ha sido así pronto tendréis más contenidos. Un cálido abrazo y que tengáis un feliz día!

[1] Pérez, M., Borrás, J. J., Sánchez, F. y Casaubón, A. (2006). Sexo y salud. Una guía para acercarse a la sexualidad. Elorrio (Vizcaya): Eroski publicaciones.

[2] Rathus, Spencer, A., Nevid, Jeffrey, S. y Fichner-Rathus, L. (2005). Sexualidad humana (6ª edición). Madrid. Pearson Prentice Hall.